" Ojo " Uno de los mayores errores que
cometen los alumnos es esperar hasta un día antes del examen para comenzar a
estudiar. Entonces
llegan a la evaluación cansados, con los ojos irritados por la falta de sueño y
con muy pocas probabilidades de salir bien librados de la prueba. Por eso es
tan importante formarse el hábito de estudiar todos los días.
Si pones en práctica un método de estudio, no deberías sentir temor por
ningún examen.
De todos modos, dado que los exámenes son tan inevitables como la muerte, a
continuación encontrarás una serie de consejos y sugerencias que te ayudarán a
mejorar tus habilidades para presentarlos:
- Para que tu mente pueda rendir
al máximo, duerme bien la noche anterior al examen.
- Levántate temprano y llega
puntual a la escuela, seguro de tus conocimientos.
- No creas que tu memoria va a
funcionar en un 100%. Por tanto, no te desesperes si algo se te olvida.
- Asegúrate de que comprendes perfectamente el contenido de cada
pregunta, antes de pretender responderla. Si tienes dudas vuelve a
leerla y si aún así no te queda clara –siempre y cuando esté permitido–
pregúntale al maestro la interpretación.
- Planea el uso del tiempo durante el examen. Para ello
lee previamente todo el examen y divide tu tiempo para que puedas
terminarlo.
- Si encuentras una pregunta muy
difícil, será mejor que te la saltes y sigas con las demás. Después
regresa y enfócate en responderla.
- No copies ni des la impresión de que
estás utilizando “acordeones” o algún otro instrumento fraudulento.
- Concéntrate en resolver tu
examen, no el
de tu amigo o amiga.
- No te sientas mal si otros
terminan antes que tú. Tampoco quieras ser el primero en terminar; los
exámenes no son carreras de caballos, así que tómate tu tiempo para
resolverlo, revisar tus respuestas y, si puedes, corregir los errores
que hayas cometido.
- En los exámenes objetivos de
opción múltiple nunca pongas lo primero que se te ocurra. No son
adivinanzas. Se supone que están hechos por especialistas y sólo una de
las opciones que se te presentan es la correcta.
- Asegúrate de contestar todas
las preguntas. Si no
estás seguro de alguna respuesta y te ves en la necesidad de adivinar,
hazlo inteligentemente: lee cuidadosamente todas las respuestas, descarta
las que sabes que no son correctas y elige entre las restantes.
- Antes de entregar tu examen,
revísalo.
Asegúrate de que tu hoja de respuestas esté claramente marcada con un
lapicero oscuro y borra cualquier marca de más.
Recuerda que
el que saca las mejores calificaciones no es el más inteligente, sino el mejor
preparado.
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